El entusiasta discurso del presidente Donald Trump el pasado lunes 18 de febrero en la Universidad Internacional de Florida en Miami, donde avizoraba que “un nuevo día está por amanecer en Venezuela”, despertó una enorme expectativa en Venezuela.
Eso junto con los continuos mensajes y advertencias del vicepresidente Mike Pencey los asesores John Bolton, consejero de Seguridad Nacional; Elliot Abrams, “enviado especial para Venezuela”; y el senador Marco Rubio, hacían pensar que en Venezuela estaba por darse un desenlace que incluso podría incluir una intervención militar abierta por parte de Estados Unidos.