La alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, fue implacable en su informe sobre la situación de Venezuela. Pintó una cruda realidad, una dictadura de verdad, un guion que ya se vivió en la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. En la alocución en Ginebra (Suiza), Bachelet enseñó al mundo que el régimen de Nicolás Madurotortura, mata, persigue y reprime. Lo hizo apoyándose en el análisis de la misión técnica de la ONU en Venezuela. El equipo de Naciones Unidas lleva en el país dos semanas por mandato de Bachelet y se marchará este viernes.
Hasta en cinco ocasiones Bachelet dijo estar “sumamente” y “profundamente” preocupada por la crisis actual sobre los derechos humanos en Venezuela, que es además “un inquietante factor de desestabilización regional”.