Nicolás Maduro ha llegado a Caracas lleno de promesas. Pues otra cosa no ha podido conseguir de parte del presidente Vladímir Putin en Moscú. Lo que dice Maduro haber conseguido en Rusia es un rosario de planteamientos hacia el futuro. Un poco más de los que también expuso la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, cuando volvió a Caracas luego de su visita a Moscú hace un mes. El gobierno de Putin no pasa del papel. Los planes están allí. Las propuestas están sobre la mesa. Pero hay que actuar en política interna. Y es lo que Putin marcó como pauta esta vez al:
-Reconocer el Parlamento que preside Juan Guaidó.
-Decirle a Maduro que está bien el diálogo que mantiene con la oposición, pero que esa oposición no es la oposición.
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