“Hablamos de un documento importante que estipula no sólo el uso más activo del rublo y la lira en el comercio mutuo, sino también la expansión de la aceptación de las tarjetas Mir rusas en el territorio de Turquía y la conexión de los bancos y compañías turcas a la mensajería financiera sistema del Banco de Rusia”, dijo Vladímir Putin la semana pasada en rueda de prensa.
¿Y qué tiene que ver esto con el régimen de Nicolás Maduro? Que en el Banco Central de Venezuela, bajo control de Maduro, se estudia avanzar en esta misma línea. Rusia ha señalado que pretende ayudar a Maduro con asesores económicos para superar el problema de la deuda externa y, por ende, el entorno de crisis. Rusia conoce que Maduro no podrá levantar la economía. Y que los asesores rusos tampoco podrán hacer mucho si no cuentan con instrumentos y plataformas que les permitan evadir las sanciones de los Estados Unidos.
En Venezuela nada anda bien. Ni siquiera la industria petrolera. Ya Igor Sechin, jefe de Rosneft, ha dicho que Petróleos de Venezuela (PDVSA) es un “proveedor frágil de crudo”. Y eso que Rosneft es el principal soporte de PDVSA para el transporte y las exportaciones de petróleo.
El anuncio de interconexión que involucra a Rusia y a Turquía puede funcionar en el caso de Maduro.
Lea esta nota completa en ALnavío.com