Ya se sabe que la vicepresidenta Ejecutiva de Nicolás Maduro no pudo entrar a España, impedida por las sanciones dictadas en su contra por la Unión Europea. Pero Delcy Rodríguez creía que iba a entrar, y como alguien se lo había prometido -un plan frustrado por el gobierno de Pedro Sánchez- había agendado reuniones. Al menos conocimos de una. Y tenía que ver con el negocio petrolero. Porque este encuentro era con un empresario del petróleo, un empresario español.
Ahora Bloomberg ha lanzado la información de que el régimen de Maduro está ofreciendo a las multinacionales asociadas con Petróleos de Venezuela, PDVSA, participaciones mayoritarias en las empresas mixtas. O lo que es lo mismo, privatizar el negocio y la joya de la corona de las empresas de Venezuela, aunque venida a menos, por la propia gestión de Maduro. La agencia informa que el régimen de Maduro ha planteado la opción a la rusa Rosnfet, a la española Repsol, y a la italiana Eni.
El diario ALnavío también informó en exclusiva el 10 de diciembre de 2019 que Maduro le había entregado el circuito de operaciones a las multinacionales como una medida extrema de recuperar la producción petrolera, que todavía se ubica por debajo de los 900.000 barriles diarios. Y fue un director de Finanzas de una de las grandes petroleras del mundo quien le explicó al diario ALnavío en qué consiste el esquema. Que PDVSA entregó todas las operaciones a las multinacionales: desde la producción hasta la comercialización, el cobro de la factura y la administración del dinero. Ahora son las multinacionales las que manejan la caja y le pagan a PDVSA lo que le corresponde. Lo que pasa es que este no es convenio constitucional, pero, aun así, sigue desarrollándose.
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