Ocho países autoritarios se unieron y le pidieron a Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, que diera un paso más y exigiera el fin de las sanciones. Anteriormente Guterres había sugerido que se levantaran o se suavizaran. También lo había hecho la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. No obstante, Rusia, China, Irán, Siria, Cuba, Nicaragua, Corea del Norte y Venezuela persiguen un pronunciamiento más firme por parte de la ONU contra las sanciones.
“Las sanciones tienen un impacto negativo directo en la vida, la salud y la alimentación de las personas sujetas a ellas. Son medidas que afectan a la cooperación y solidaridad esencial que debería existir entre nuestras naciones”, dijo un comunicado que la misión permanente ante la ONU de Rusia hizo llegar a Guterres en nombre de los ocho países.
Agregó que las sanciones “afectan especialmente a la hora de procurar equipos e insumos médicos, incluidos kits de prueba y medicinas para tratar a nuestros pacientes”.
Lea esta nota completa en ALnavío