Es Penélope la que entra al salón y les dice que deja allí el arco de Ulises y quien lo arme y ejecute con éxito la operación, se casa con ella. Llevan en esto 10 años. Comiendo y bebiendo, consumiendo la hacienda de Ulises, de Penélope y Telémaco. Son unos depredadores. Hasta han tramado el asesinato de Telémaco, que entonces se hace hombre y comienza a cuestionar lo que hacen los pretendientes que no son otros que los hijos de la sociedad ilustre de Itaca.
Probó Leodes y no pudo. Antínoo ordenó que lo calentaran y lo untaran de sebo, y aun así tampoco. Era mucho arco para ellos. Entonces Ulises les anunció que quería intentarlo y eso enardeció a los príncipes, pues aquel Ulises estaba disfrazado de pordiosero y no podía admitirse que tal individuo tuviera la desfachatez de proponerse. Creían que el vino lo había trastornado. Lo despreciaban, y le reclamaron que si siendo forastero y mendigo, no le bastaba con estar allí, en el banquete de los ilustres de la ciudad.
Es Penélope, que aun no sabe que ese hombre es su esposo, quien le despeja la oportunidad, señalando que si tiene éxito, ella no será su esposa pero en cambio recibirá unos buenos regalos.
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