Moris Beracha (ALnavío).- En las últimas semanas la atención de la prensa internacional se ha centrado en la debacle económica que está produciendo la pandemia del Covid-19 y en la caída de los precios del petróleo. Dos imponderables que se juntaron en un momento histórico, cuyo final se espera con ansiedad. Entretanto, los altos directivos de las empresas están vendiendo y comprando títulos en Wall Street. ¿Por qué?
Estamos viendo cifras de desempleo inimaginables, una caída del consumo drástica y una desaceleración apresurada en todas las economías mundiales. Sin embargo, como en la guerra, hay quienes se han sabido proteger; mientras que otros están aprovechando esta crisis para acceder a algunos activos y transformarlos en oportunidades que antes parecían imposibles de alcanzar.
Del primero que tuvimos noticias fue del inversor multimillonario, Carl Icahnm, quien según la revista Forbes, se encuentra entre las 30 personas más ricas del mundo. Compró acciones de Occidental Petroleum. La información se pudo conocer porque el mismo Icahnm en declaraciones a la estación CNBC, aseguró que la crisis hace que estas empresas estén extremadamente baratas. Asimismo, se pudo conocer que además ha adquirido acciones de Hertz, empresa de alquiler de autos, así como de Hewlett Packard (HP).
¿Por qué invertir en el negocio petrolero justo en momentos en los que el precio del hidrocarburo se ha venido abajo? Esta decisión tiene que ver con la manera de hacer negocios de los llamados especuladores de los mercados financieros. La lógica señala que, si bien muchas empresas especializadas en el negocio petrolero quebrarán, otras sobrevivirán y una vez que se recupere el precio del crudo la inversión hecha en momentos de crisis se revaluará.
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