Por Juan Carlos Zapata (KonZ).- Ahora viene lo más difícil para los países que acordaron sacar del mercado 10 millones de barriles diarios de petróleo. Lo más difícil es que se cumplan los acuerdos. El mercado los observa. Y la referencia son los precios que todavía se mantienen en rangos bajos y no se movieron con el anuncio del recorte. El mercado, sin embargo, pudiera estimar que hay que creerle a los Estados Unidos que fue el que instó a Rusia y Arabia Saudita a que pusieran fin a la guerra que aceleró lo que el coronavirus ya había puesto en marcha: la disminución de la demanda con la consecuencia inmediata de la caída de los precios. Estados Unidos también fue el que terminó convenciendo a México para que se sumara al pacto. Aquí hay una prueba de credibilidad para el presidente Donald Trump a quien le urge, camino de la reelección, mantener los niveles de empleo, 1,1 millones de personas, en las zonas productoras.