Por César Morillo.- Una de las historias negras de la era Hitler da cuenta del gran poder de engaño del aparato propagandístico nazi. Josef Goebbels, el Mefistófeles hitleriano, solía emitir partes de guerra en los que daba cuenta de los grandes triunfos del ejército nazi sobre los aliados. Pero no todo lo difundido era cierto. La idea era mantener en alto la moral ciudadana, y como se sabe, en una guerra la primera baja es la verdad. Desde entonces se ha popularizado la idea de que a los asesores les corresponde matizar los defectos y exaltar las virtudes, y para algunos esto pasa por engañar a la audiencia.