Por Zenaida Amador (KonZ).- A mediados de noviembre Nicolás Maduro dio públicamente las gracias a Dios por la existencia de la dolarización. La expresión, que llamó la atención de muchos a nivel internacional, era un intento por normalizar una práctica empujada desde el régimen venezolano ante el desplome de los ingresos de la nación, la destrucción de la moneda local y la necesidad de poner a circular los recursos que percibe por vías difíciles de rastrear. La dolarización de hecho es su más reciente estrategia económica de supervivencia.