Juan Carlos Zapata (ALnavío).- Nicolás Maduro pone todos los huevos en una sola canasta. Y esa canasta se llama Rusia. Maduro depende cada vez más del apoyo político que le brinda Rusia en la ONU, en el Consejo de Seguridad, en las declaraciones para contrarrestar la ofensiva de los Estados Unidos. Maduro quiere más de Rusia y se entrega a Rusia. No le basta con la presencia de Rosneft, soportando la producción petrolera. Maduro quiere que Rusia lo apoye en la explotación minera, en tecnología, en operaciones financieras, y lo siga asistiendo en cooperación militar. ¿Le conviene esta política a Maduro?