Zenaida Amador (ALnavío).- El tejido de ilegalidades que sostienen la institucionalidad venezolana abrió este martes una nueva rama de conexiones a través de las cuales el Tribunal Supremo de Justicia de Nicolás Maduro nombró presidente de la Asamblea Nacional a Luis Parra, quien en enero pasado se impuso en ese cargo en un acto írrito, por la fuerza y sin el respaldo de la mayoría parlamentaria requerida, tratando de quitarle el piso a la presidencia interina de Juan Guaidó. Y, más allá de esto, perfilando un Parlamento a la medida para crear las condiciones para un eventual proceso electoral que Maduro no está dispuesto a perder.